15 de Septiembre: Una noche para pensar qué significa ser mexicano
Colima se llenó de luz, música y voces la noche del 15 de septiembre; miles de personas —niños, jóvenes, adultos, abuelos— se reunieron en el centro histórico frente al Palacio de Gobierno para gritar “Viva México” con ganas. El espectáculo patriótico, el concierto de Kika Edgar, los fuegos artificiales, las campanas sonando y la bandera ondeando. Todo formaba una sola pregunta resonando en el aire; ¿Qué significa ser mexicano?
El protocolo arrancó justo a las 21:00 horas, cuando la escolta del 29 Batallón de Infantería entregó la Bandera. Desde el balcón principal, la gobernadora Indira Vizcaíno Silva llamó a la gente que “teje la paz”, a quienes luchan por la justicia, a los que mantienen ideales, a los que inspiran con su ejemplo; recordó a Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Allende, Leona Vicario, los héroes colimenses insurgentes, y remató; “Viva México. Viva México. Viva México”.
Después vinieron las campanadas, el Himno Nacional, la entrega de la Bandera otra vez, y justo cuando pensabas que ya había terminado, los fuegos artificiales iluminaron el cielo.
Pero no todo fue ceremonia estricta. En el Jardín Libertad, la fiesta se sintió más cercana, más de cinco mil personas disfrutando de las melodías de Kika Edgar, coreando sus canciones, ignorando el ambiente lluvioso de la noche, disfrutando con orgullo de lo suyo.
La seguridad, dijeron las autoridades, estuvo garantizada; “saldo blanco”. Protección Civil, Cruz Roja, Salud, autoridades militares y de seguridad, todas involucradas para que no hubiera incidentes.
Para muchos, ser mexicano es eso; alzar la voz juntos, reconocerse en los héroes del pasado, sentir orgullo por lo propio, saborear la patria en un grito que se repite, pero que late distinto cada año. Ser mexicano es también la suma de generaciones; quienes aún recuerdan historias de revoluciones, familias que cargan con costumbres, sabores, canciones, fiestas; la mezcla de solemnidad y jolgorio; la identidad que aparece en lo cotidiano, en compartir, en celebrar, en no olvidar.
Al final, cuando los fuegos dejaron de estallar y el eco del Himno aún vibraba en el pecho, la gente se dispersó con la certeza de que esa noche, Colima reafirmó algo que va más allá de banderas y discursos; ser mexicano no es solo historia, es presente compartido, es comunidad, es esperanza y memorias que se entretejen, como lo dijo la gobernadora, por quienes “tejen la paz” cada día.
Texto: Briam Morfin


















Fotografía: Lizeth García, Mar Ruiz, Sofía Ursúa, Isol García
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