Debe FGE Colima aplicar pruebas de ADN, odontología y antropología en identificaciones
El Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense, instrumento técnico adoptado por las
procuradurías y fiscalías del país, establece el uso obligatorio de análisis de ADN, odontología y
antropología forense para la identificación de cadáveres y restos humanos, procedimiento que también
rige en el estado de Colima.
El documento, emitido en el marco de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia y publicado en
el Diario Oficial de la Federación, busca homologar las actuaciones periciales en todo el territorio
nacional y garantizar que los procesos de levantamiento, análisis e identificación se realicen bajo
criterios científicos y con estricto respeto a la cadena de custodia.
De acuerdo con el protocolo, los peritos deben aplicar técnicas multidisciplinarias que incluyan el
examen antropológico, odontológico, dactiloscópico y genético, a fin de obtener resultados concluyentes en casos de personas fallecidas no identificadas o víctimas localizadas en fosas clandestinas. Asimismo,
dispone que toda necropsia médico–legal incorpore un registro fotográfico, fichas dactilares y toma de
muestras biológicas para análisis genético.
Entre los objetivos principales del documento se encuentran coordinar la actuación de los grupos de
especialistas forenses, unificar criterios de preservación de indicios y fortalecer el intercambio de
información científica entre las instituciones de procuración de justicia, en especial para el cotejo de
perfiles genéticos en la base nacional de desaparecidos.
El protocolo también contempla la atención a familiares de las víctimas mediante entrevistas y
recopilación de información ante mortem, que posteriormente se compara con los datos obtenidos en
laboratorio para confirmar identidades con certeza técnica y jurídica.
Con la aplicación de este protocolo, Colima —al igual que el resto de las entidades federativas— deberá
asegurar que toda actuación forense siga los estándares nacionales en materia de preservación,
documentación y análisis de evidencias, reforzando así la transparencia y confiabilidad en los procesos
de identificación humana.
Editado por Karla Ruiz con información de César Barrera
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