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Tiene Atlético de Madrid una prueba de alto nivel este martes ante el Arsenal

Tiene Atlético de Madrid una prueba de alto nivel este martes ante el Arsenal

Aún no ha ganado en esta temporada como visitante el Atlético de Madrid, este martes ante una prueba de absoluto nivel contra el Arsenal en el estadio Emirates, uno de los rivales y uno de los escenarios más intimidantes del presente europeo, que mide al equipo rojiblanco, Diego Simeone y Julián Álvarez, de nuevo ante el desvelo recurrente que supone la Liga de Campeones todavía pendiente.

Porque el equipo rojiblanco no sólo compite este martes contra el poderoso líder de Inglaterra, Semifinalista de la Champions de la pasada temporada, Subcampeón de la “Premier” las 3 últimas, un gran equipo desde cualquier perspectiva, aún más con sus 300 millones de inversión en fichajes, sino también contra sí mismo cuando explora sus aspiraciones fuera de su zona de confort en el Metropolitano.

Ni en LaLiga ni en la Liga de Campeones ha vencido aún como visitante. Quizá lo mereció en algún momento, pero no lo logró. Tres empates y 2 derrotas en 5 duelos. Es un déficit indudable, al que debe poner remedio.

No sólo corresponde a esta campaña. Es una inercia en los últimos tiempos. Los números dan su dimensión: 6 victorias en sus últimos 20 desplazamientos entre todas las competiciones. Seguro en casa, no lo es fuera. Solo ganó 4 de las últimas 11 salidas en el torneo europeo.

Lo compensa en su campo, como también en esta Champions. La victoria por 5-1 contra el Eintracht Francfort lo reactivó de inmediato de la derrota inicial en Anfield con el Liverpool, de la que debe tomar nota para Londres, sobre todo del inicio, cuando recibió 2 goles en 6 minutos, y del final, cuando perdió el 2-2 que tanto le costó.

Ha cambiado el Atlético desde entonces. Ha evolucionado de forma esperada y tiene más recursos que en aquel duelo, cuando lamentó las bajas de Julián Álvarez, Alex Baena, Thiago Almada o José María Giménez, ahora disponibles y cruciales todos ellos en el próximo devenir del curso. La única baja este martes es Johnny Cardoso, que tampoco jugó en Anfield.

También ha reaccionado en los resultados: 4 victorias, todas ellas al calor del Metropolitano, en sus últimos 6 choques, desde la derrota 3-2 en su visita más reciente a Inglaterra del pasado 17 de septiembre.

Y se ha relanzado a nivel colectivo e individual, con Julián Álvarez como goleador y figura: 7 goles y 3 asistencias, pero tan solo un tanto fuera de casa, en la primera jornada de LaLiga ante el Espanyol.

El delantero argentino liderará el once, con la duda de su compañero de ataque: Antoine Griezmann, titular los tres últimos partidos; Alexander Sorloth, cuya última presencia en el equipo inicial data de la goleada en el derbi al Real Madrid (5-2), o incluso, Giacomo Raspadori, que jugó de inicio contra el Liverpool y el Eintracht.

Hay otra vía: Álex Baena, si lo junta de inicio con Thiago Almada. Simeone ve a Baena por dentro, como generador de juego pero también de espacios en sus desmarques de ruptura, como ya demostró el pasado sábado en su primera titularidad desde agosto ante Osasuna, pero, para encajar a los dos, uno debe adelantar arriba su posición.

Porque en la alineación tipo de Simeone están definidos dos puestos del medio campo (Pablo Barrios y Koke Resurrección). También la titularidad de Marcos Llorente como lateral derecho. David Hancko apunta al izquierdo ya de forma natural, porque ni Javi Galán ni Matteo Ruggeri han ofrecido las garantías suficientes al técnico argentino.

La vuelta de José María Giménez, que volvió a competir el sábado ante Osasuna, 119 días después de la lesión muscular sufrida en el Mundial de Clubes, reaviva la competencia en el centro de la defensa con él, Robin Le Normand y Clement Lenglet (cumplió sanción ante Osasuna por su expulsión ante el Celta) para dos puestos.

Y la posible entrada de Baena o Almada pone en duda la condición de titulares indiscutibles hasta ahora tanto de Giuliano Simeone como de Nico González, quien está disponible para la visita al Arsenal, tras los resultados positivos de las pruebas a las que fue sometido por el golpe en la cabeza del pasado sábado ante Osasuna.

Enfrente, líder en “Premier League” y con el recuerdo aún fresco de las semifinales del año pasado y, sobre todo, de la eliminación del Real Madrid, su mejor actuación en Champions en décadas, el Arsenal está muy alejado del papel de víctima que exhibió en su último choque contra el Atlético en 2018.

Ahora vuelve a ser un grande, como demuestran los 3 subcampeonatos seguidos de “Premier” y su inversión este verano. Casi 300 millones destinados a reforzar la plantilla y hacerla competitiva en todos los frentes. Mikel Arteta ya no tiene excusas para traer al Emirates Stadium el primer gran título desde la FA Cup en 2019, y los dos triunfos contra Athletic Club de Bilbao y Olympiacos muestran que la plantilla es lo suficientemente grande para luchar en varios frentes.

A este encuentro frente al Atlético llegan sin guardarse nada. Tuvieron que picar piedra contra el Fulham para ganar por la mínima con un gol a balón parado, su mejor arma, porque las rotaciones no tienen hueco cuando se quiere ganar todo.

En la enfermería, Arteta tiene a Martin Odegaard, Kai Havertz, Gabriel Jesús y Noni Madueke, que son bajas seguras para este encuentro, pero, a diferencia del año pasado, la profundidad de plantilla provoca que estos problemas no descarrilen la temporada.

Si no está Havertz, está Gyökeres, alabado por su movilidad y atracción de los defensas más que por los goles que lleva en Londres; si no está Madueke, está Leandro Trossard, autor del gol de la victoria contra el Fulham; y, si no está Odegaard, Arteta puede jugar con Mikel Merino como acompañante de Declan Rice y Martín Zubimendi, además de que en el banquillo tiene el talento del joven Ethan Nwaneri.

Incluso si se lesionara alguno de los centrales, como ocurrió el año pasado con Gabriel, que se perdió la recta final de la temporada, Arteta ahora tiene a Christian Mosquera, que en el poco tiempo que lleva en Londres ha demostrado ser un central de garantías.

Este Arsenal es muy diferente al de aquellas semifinales de la Europa League en 2018, el último baile de Arsene Wenger en Europa. En la memoria de muchos “Gunners” aún está esa carrera que Antoine Griezmann le ganó a Koscielny y que le costó a los londinenses soñar con su primer título europeo.

Editado por Yeraldy Hernández con información de EFE

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